Escondite Nocturno

Repasaba el bosque con cuidado, conociendo cada centímetro de este, saltando de árbol en árbol, apenas si lograba ruido alguno, mis saltos tan hábiles prohibían equivocaciones, además por ser lo que era.

Mi llegada a Forks había sido el día anterior y puse absolutamente todo en movimiento, mañana mismo comenzaría a actuar como un estudiante. ¿Cómo puede uno hacer todo tan sencillo con el timbre indicado en la voz, logrando seducir hasta que se cumpla lo que tu deseas? Fácil... siendo un vampiro.

Me detuve en seguida al escuchar algunos ruidos... dejé que el aroma entrara por mis pulmones para distiguir entre la humana y la vampiresa, bajé de las altas ramas del enorme árbol dispuesto a saber lo que sucedía y caminé los metros que me separaban de ellas.

-Disculpen... -Interrumpí al parecer una conversación -¿Puedo ayudarles en algo?

Me di la media vuelta para observarla, pues estaba detrás mío.

-No, no me asustaste. -Mentí, realmente me había asustado ¿Quien vagaba a esta hora de la noche por el bosque? Bueno, aparte de mí pero, yo si tenía una razón suficiente para ello.

-Me llamo Brenna... creo que no te eh visto antes...

De nuevo un sonido de un crujido de ramas se escucho haciendo eco, inconscientemente me puse a espaldas de la chica, era inevitable tener miedo.

Un hombre salió de las sombras.

Me percate de la inseguridad de ambas hacia mi persona y más de la humana quien se notaba el miedo en su rostro y como protección la otra chica la ocultaba simuladamente. Después de un fragmento de segundos me di cuenta que se relajó y se me acercó para darme la bienvenida a Forks... leía la mente al parecer pero, aún la humana continuaba un tanto nerviosa.

Relaje mi semblante y le sonreí para ayudar que el ambiente se situara en menos tensión.

Buenas Noches. -Me dirigí a las dos. -Un placer encontrarme a unas damas como ustedes.

Siendo imposible era muy visible los ojos del chico apesar de la espesa noche, ese tono fuera de lo común me cautivo por completo, facilmente lograba que me perdiera en ellos. Afortunadamente reaccioné y no quede como una tonta a lo cual hubiera sido una verguenza tremenda, que me sorprendieran en un suspiro por no dejar de admirar lo atractivo que era.

-Hola, mucho gusto. -Le devolví la sonrisa y me coloque a un costado de Melinda -¿Eres nuevo en Forks?

-Sí, soy nuevo en Forks. -Le respondí a la chica que no dejaba de mirarme sorprendida aun que intentara disimularlo con su mayor esfuerzo, era notable el efecto que provocaba en ella a lo cual no era mi intención pero, siempre sucedía con humanas y algunas vampiresas.

Al parecer la vampiresa que continuaba enfrente de mí conservando sus instintos de precaución, no era una de ellas.

-Supongo que no fue un buen momento para dar a conocer mi presencia. Será mejor retirarme, si así lo desean. –La humana tenía intenciones de decir algo, pero con sus ojos decía absolutamente todo.