Derek Burdock

Nombre Completo: Derek Burdock

Nivel: 1

Edad mortal: 20 años

Edad vampírica: 997 años. Convertido en 1031 d. C.

Sexo: Masculino

Orientación sexual: Heterosexual

Nacionalidad: Oslo, Noruega

Aspiraciones: Buscar a la humana indicada, para procrear a su heredero como jefe de su Clan, para cuando él ya no quiera serlo.

Hobbies: Nadar en aguas que sean igual de congeladas a su blanquecina piel.

Ocupación: Para los humanos es un simple estudiante.

Descripción Física: Su mirada se mezcla en un plateado fundido junto con lo solido de oro, cabello rubio, tez clara, su estatura de 1.93m, pareciera que su cuerpo fue esculpido, fuerte, de facciones no muy duras, apuesto.

Descripción Psicológica: Tiene sus costumbres muy arraigadas, pude ser muy respetuoso, caballeroso y galante pero, cuando la ocasión se da envuelve en sus encantos tanto a una vampiresa como humana con sus palabras seductoras y su penetrante mirada. Es sincero, a veces cínico, hábil, serio en asuntos de importancia extrema, nunca se da por vencido, imponente, sagaz y amable con quien lo merezca.

Historia:
No siempre fui Derek Burdock, mi antiguo nombre fue Olaf, nací en el año 1011 d.C. dentro de la era Vikinga, criado y entrenado desde chico para ser uno de los mejores guerrero de mi época, para ser respetado y enorgullecer a mi padre.

A mis 17 años había alcanzado la fuerza y altura suficiente para derrotar a cualquiera que se me interpusiera en frente, listo para ir a largas expediciones en barcos drakkars sin saber lo que nos deparaba en extraños mundos. Yendo de un lugar a otro buscando y encontrando tesoros, esclavos y mujeres que nos pudieran servir durante los trayectos.

Recién cumplidos los 20 años, debido a mis grandes habilidades desarrolladas fui elegido por el Rey para ser un dirigente guerrero, la quinceava expedición a la que asistía, iba a ser llevada a cabo bajo mis órdenes. Nuestra parada fue una pequeña isla, preparados para lo que nos pudiera atacar, cada uno de nosotros armado, caminando con cautela y la vista en diferentes puntos a la vez. Sin encontrar rastros de vida más que simples animales, decidimos permanecer la noche entera frente al fuego, los demás descansaban mientras uno o dos vigilaban para mantener precauciones y evitar sorpresas no deseadas. Cuando fue mi turno de vigilancia, escuchaba una risa suave, llamativa, cautivadora… pensando que podía ser mí imaginación preferí ignorarla, pero la risa dulcificaba el oído de cualquier hombre.
Me levante consciente de que si dejaba a mi grupo, podrían sufrir algún ataque, sin embargo la risa seguía y mis ansias de saber de dónde provenía me dejaron con la mente vaga.

Corrí entre los árboles entrecerrando los ojos para observar mejor en la obscuridad, de lejos se divisaba una silueta menuda totalmente cubierta, una mujer de una belleza incomparable a cualquiera que había visto... una Diosa como Frigg, que volteaba de vez en vez para sonreírme.


Continué tras sus pasos hasta detenerse, la tomé de los brazos y su gélido frió atravesó mis huesos, aún así no me importaba, esa mujer iba a ser mía cual fuera el precioso y ella no oponía resistencia, tomé posesión de sus labios y ella me correspondió helando los míos.

El día siguiente la neblina era bastante espesa, sin importarme regresamos al barco y nos fuimos alejando de la isla, nuestra misión estaba completada, tenía lo que quería y era esa mujer a quien más deseaba. Antes de llegar la noche me escabullí a mis aposentos para verla, entre con estruendo para anunciar mi llegada y ella no estaba, busqué a mi alrededor con desesperación por encontrarla, justo estuve de salir con furia a gritar su desaparición cuando sentí esos dos pinchazos en el cuellos… esos dos pinchazos que cambiarían mi existencia.

Mi sed inmortal me obligo a beber la sangre de mis guerreros, dejando el barco en soledad, ella me controlaba, era mi dueña y lo fue por un periodo largo, hasta que decidí deshacerme de su aparente pero no frágil cuerpo y cambiar con dificultad la sangre humana por la de un animal.

Los años, las décadas y los siglos pasaban, aprendiendo, estudiando y conociendo maravillas a mí alrededor, avances extraordinarios. Estando solo por demasiado tiempo, mis ganas de permanecer cerca de Vampiros como yo, ya era una necesidad que exigía compañía.

Mi clan se fue formando poco a poco de en total cinco miembros, siendo nuestro hogar las profundidades de Oslo, con sirvientes tanto de vampiros como humanos. Nos llegaban rumores de que el Clan Volturi tenía deseos de conocernos pero, jamás hicimos intento de averiguar más, pues solo eran rumores, aun que lo que si me llamó la atención fue esa historia que se esparció por toda Europa entre los de nuestra raza de un nacimiento, una hija de un ser como yo y… una humana.
Todo confirmaba que eso era cierto.

Podía ser que cualquier humana fuera apta, sin embargo, no deseaba arriesgarme con una cualquiera y mi decisión de ir a América fue tan fuerte que ninguno de los de mi familia pudo detenerme, me lo agradecerían cuando regresara con mi primogénito… Mi siguiente parada era Forks, Washington.

Temores y debilidades: Su temor es no poder proteger a los suyos. No tiene debilidades.

PODER:

-El poder de la velocidad.
-Predicción del futuro.


Pertenencias: Un Ferrari Aurea rojo convertible, una espada que guarda de recuerdo de sus antepasados, un reproductor de música.

Dinero: 100 dólares.

Gracias Bella por la Bienvenida, un gusto conocerte.

-Bienvenido Derek.

-Otro fortachón ¬¬

-Hola. Welcome to the jungle.</FONT>

-Va puros chicos, bienvenido pero prefiero a las mujeres, porque son mi debilidad.

-Hey, gracias por la bienvenida y Kate -La tome delicadamente del brazo y me acerqué a su oido.

-Claro que te llamaré.

Y a mi ver a mujeres tan hermosas...

que rollo
pues bienvenido
uno mas
me da gusto

pero no te metas
con kate
porfavor
si no te tendre que
cortar el cuello

pero pues kuenta con migo

Definitivamente no me equivoque en venir a Forks.

¡Pero cuanta mujer tan guapa!

Bienvenido Derek!! Un gusto conocerte, espero podamos encontrarnos por algún lugar ^_^.

Todas ustedes señoritas me dejan sin aliento, Gracias por la calurosa Bienvenida.

-Ja!... ni lo hagas chucho...

-Y Aro, gracias por la oferta pero no podría dejar a mi clan.