Siguiendo mis huellas

Las nubes tapaban ligeramente la luz plateada de la luna. La lluvia que caía ligera recorría mis mejillas y mojaba mi vestido negro. Caminaba por la orilla del río, el agua era tranquila y las gotas dibujaban pequeños círculos en ésta. No pensaba en nada, solo interpretaba una pieza para piano en mi cabeza. Generalmente no salía a aquellas horas de la noche, para mantener las apariencias más que para otra cosa, y estaba segura de que nadie me vería.

Me senté en la orilla del río, mis pies tocaban el agua azul, cerre los ojos y comencé a susurrar, muy bajo una canción que creía hermosa:

"Come in out of the rain thou sayest - "

Me detuve subitamente debido a la presencia que sentí en mi espalda. Abrí los ojos y voltee mi rostro, su figura se dibujaba difusa debido a la escaces de luz...

Me sorprendió ampliamente todo lo que sucedio en aquél instante. Primero un vampiro muy apuesto me había visto y se había acercado a mi, al parecer no era la única de mi especia que disfrutaba de sobremanera la lluvia. Segundo, el vampiro continuó con la canción que me encontraba susurrando, sería posible aquello, que conociera la melodía... que le diera el mismo significado... no lo entendí en ese momento pero estaba completamente disupuesta a averiguarlo.

Me liberé de mis pensamientos y le sonreí "No interrumpes, pero si es raro, creí no me encontraría a nadie por aquí, lamento el espectáculo" baje la vista un poco, "¿Quieres... sentarte?" le dije mientras señalaba el lugar que estaba junto a mi. "Eres nuevo por aquí ¿cierto?... soy... Levana, un placer" le sonreí de nuevo mientras tomaba asiento a mi lado.

Era alguién que me parecía interesante, enigmático era la palabra...

"Eres agradable" le sonreí otra vez, me hubiera sonrojado si se hubiera podido debido a sus pensamientos, no le di más importancia de la necesaria ya que era grosero de mi parte ver en su mente de aquella manera. "Frances... un gusto Ian" le repetí lo que había dicho antes "Te sorprendera la cantidad de vampiros que vas a encontrarte por aquí... realmente nuestro encuentro no es algo muy particular, la compañía es lo que difiere". le guiñe un ojo discretamente.

Llamo mi atención en particular su mención acerca de tocar aquella hermosisima canción en el piano, aunque hubiera querido no podía evitar el preguntarle "¿Eres... músico... Ian?" esperé su respuesta aunque fuera en su cabeza, aquello me interesaba pues a fin de cuentas toda mi existencia giraba entorno a la música

"La mejor inspiración viene del alma... que posiblemente no tengo..." le sonreí "Para mi, la música es la única herramienta que puedo tener para escapar de mi propia realidad... transportarme a un lugar maravilloso, no se si... lo siento, no debi" medité en silencio por un momento, nunca había utilizado esas palabras para describir mi más grande pasión con alguién más, siempre me lo había reservado, un... comentario personal, pero me inspiraba confianza.

"Cuando necesites clases, llámame, estoy más que dispuesta" - me reí bajito por el comentario irónico, era posible que fuera mejor músico que yo, "Estaría encantada si pudieras tocar para mi algún día" le dije sinceramente viéndolo a los ojos. El momento fue algo extraño, lo rompi con una broma algo tonta... "Podrías resfriarte..." le dije mientras miraba sus ropas empapadas.

"Y tienes razón... es una noche hermosa" abrace mis rodillas.

"Nuestro secreto será entonces..." su gesto me dejo impactada, solo pude sonreír y verlo, el vampiro era algo... diferente, mi convivencia se había limitado a cecerías y conversaciones sin sentido pero él hacia que aflorara derepente mi lado humano, aquel que había enterrado hacía mucho tiempo.

"Será interesante ver que pudieras manejarlo..." le dije con una sonrisa irónica refiriéndome a las clases de música, y notablemente con otro sentido, me moví muy rápidamente y me coloqué en una roca que se encontraba justo enmedio del rio "Soy una maestra algo..." me moví de nuevo colocándome justo frente a él, en cuclillas y viéndolo a los ojos. Sonreí debido al placer que me causaba mi velocidad, siempre había sido a fin de cuentas una de mis mejores cualidades "difícil" pronuncié al final quedandome en la misma posición, me reí de nuevo, mostrándole mis dientes

Me estremecí ligeramente ante el gesto que tuvo, me reí ante su broma y regresé a mi lugar, jugaba con mis pies en el agua, moviéndola de un lado hacía otro, ésta reflejaba levemente nuestra imagen. Parecía una niña pequeña sin mucho que hacer.

"Puedo preguntarte... ¿Qué haces aquí?" me miró un poco extrañado "Me refiero a... tantos años viviendo como, esto" miré mi cuerpo "me han enseñado que el encontrarnos en determinado sitio no es casualidad... ¿porque Forks?, ¿qué es aquello que buscas?" tal vez no era una pregunta apropiada y me mordí la lengua al decirsela, solía ser una persona curiosa pero aquello pudo haberlo ofendido, no solía ser tan directa con mis preguntas ni tan abierta con mis respuestas.

Suspiré y levanté la vista al cielo... el agua limpiaba mi rostro, esperando a escuchar su respuesta con los ojos cerrados

"Pues... para mi, inclusive siento humana, todo tenía una razón se ser..." suspire un poco aún me costaba recordar mi pasado "y la inmortalidad me lo ha confirmado, nadie podría vivir una eternidad sin un propósito, ¿no crees?" Le sonreí de nuevo, probablemente cada minuto que pensaba conmigo le confirmaba lo loca que podía llegar a ser mi mente.

No le di más importancia a eso pues a fin de cuentas, me sentía... bien, conforme a su lado. Volvi a reírme por mi siguiente pregunta "¿Cuál es tu farsa?...¿Qué historia tienes para los humanos?" Un inocente rayo plateado arrancó un ligero destello de la piel de ambos, desapareció después de unos minutos.

"No soy muy buena inventando historias Ian, si no, sería mi placer ayudarte" le dije y le guiñe un ojo discretamente, me tomo un momento responder a sus demás preguntas pues me había sumergido, tal vez inconcientemente en sus pensamientos, y más allá de eso... me perdí escrutando su rostro, sus expresiones, su manera de hablar y el movimiento de sus pómulos cuando sonreía. Cuando me vio quite la vista apenada y me apresuré a contestar.

"No por mi dulce voz... pero si soy maestra de música en la escuela de Forks..." me detuve por un momento, "y creo Ian, que sería un placer tenerte por ahí" estiré mis piernas y me recosté en el pasto que se encontraba un poco arriba de la orilla rocosa del río, cerre mis ojos sintiendo la ya casi inexistente lluvia del lugar.

"Espero entonces la vida nos permite componer alguna pieza... a fin de cuentas, podría ser un buen trabajo viniendo de dos inmortales...¿no lo crees así?"

Maldito sea el día en que ese vampiro llegó a Forks, no habíamos tenido ninguna interacción aparte de un cruce de palabras y ya quería asesinarme, lo había hecho una promesa y comenzaba a creer que no me dejaría en paz hasta que lo consiguiera.

Sentí la presión en mis muñecas, Ian, el vampiro que me acompañaba, actuó rápido y concreto, aquello me tranquilizo un poco, sentía nauseas al tenerlo encima. Me senté mientras se desarrollaba su pequeña y rápida batalla, me toqué las muñecas, tenía un dolor punzante, como si aquello estuviera a punto de separarse de su lugar. Me llené de rabia.

Ian me tomó en sus brazos y corrimos nos introdujimos en el bosque en un instante, el enojo y el instinto inundaban mi cabeza aún. Me dejo en el suelo, escuche su pregunta pero me tome un momento para tranquilizarme, lo más probable era que si regresaba aquél vampiro podría matarme ya que no tenía ninguna experiencia en batalla con los de mi raza.

Cerré mis ojos y apreté los puños fuertemente, sentía mis huesos iban a salir de su lugar, apreté mi mandíbula mis dientes chocaban, mi respiración era entrecortada y ahogaba los gruñidos que pedían liberarse de mi pecho. Era más mi enojo por mi sensación de impotencia que por la acción en tal, quería regresar y destrozarlo. Sentía la mirada de Ian, tenía que controlarme

Abrí los ojos súbitamente, deje de respirar, la reacción de Ian me había desconcertado y tomado por completo por sorpresa, al estar siempre sola no es algo esperado que una persona que recién conoces intente protegerte. Lo más extraño de toda la situación era la sinceridad con la que salían las palabras de su boca y encima de todo, lo creíble que resultaban a mis oídos.

Suspiré llenando por completo mis pulmones, como después de haber llorado aunque aquello era imposible “Gracias” – baje el rostro y le dije en un susurro casi ininteligible “lo… lamento… no quería te arriesgaras por mi…” le dije al final y me tiré al suelo, necesitaba sentarme un poco. “Se que quiere matarme… pero no se la razón, apenas hemos cruzado palabra…” las palabras salían atropelladas de mi boca…

Su caricia me hizo estremecer, primero tensé mi brazo y después lo relaje, se sentía increíblemente bien. Más que la sensación física su voz, sus pensamientos, su actitud, su apariencia llamaban mi atención de sobremanera… de una forma en que, nunca había percibido a alguien, era algo completamente nuevo para mí.

En eso estaba perdida cuando escuché su comentario, relaje mis hombros y me reí ligeramente por éste, me levanté y me quede sentada en el lugar en donde estábamos, nuestros rostros no quedaron muy lejos y pude ver su guiño indicándome la broma. “No podría encontrar mayor placer… que enseñarte algo…” le sonreí de regreso, me agarré el cabello y mencioné para mi “Tengo que aprender a defenderme” sentía su aliento chocar con mis mejillas, tal vez se reía

Sonreí ante la perspectiva que sus palabras planteaban, conforme las pronunciaba me habían puesto extrañamente… ¿feliz? Me quede pensativa un momento, me había contentado con la idea que pudiera quedarse conmigo un poco más de tiempo…
Entonces planeaba quedarse, le sonreí de regreso esta vez de manera inconsciente pues a fin de cuentas, ni yo estaba segura de lo que sentía en aquél momento. Tenía una piel increíblemente suave y en esto me fijaba cuando me hizo una petición poco común. A pesar de que mi vida… y mi existencia eran aquello, nunca había cantado para alguien teniendo la acción un giro tan… personal, tan… íntimo. No sabía si me saldría la voz de la garganta.

Lo miré a los ojos, no pude siquiera sonreírle, después baje la mirada y cerré mis ojos, transportándome a aquel lugar del que nunca quería salir y al que solo podía llegar a través de mi música.

Come in out of the rain thou sayest –
but thou ne'er step'st aside;
And I am trapp'd -
A distance there is...


Abrí los ojos y le sonreí, el me miraba “parece la conoces… sigue tu” le dije tratando de alargar el momento que pasaba con él lo más que se pudiera