Hora Libre

Después de la hora de almuerzo, me encontre sola... no sabía que no tenía clases, así que decidí ir a la biblioteca y pasar un rato por aquí.

Después de caminar durante algunos segundos, dedique mis horas a leer libros de historia universal. Quería ver las perspectivas diferentes que había sobre muchos lugares y sucesos que inevitablemente había estado.

Mis ojos se abrieron. "ah". Recordaba a la mujer de la pintura en el libro, la había conocido más de 400 años atrás, si... la Condesa Sangrieta, miré la pasta del libro, así que grandes asesinos de la historia. Reí por mis adentros, recordaba perfectamente a aquella condesa por los años en los cuáles habite ese lugar.

Cerré mis ojos, era demasiado vieja para mi gusto, muchos de los vampiros que había sentido en aquel lugar y conocido, eran jóvenes... y para mi... inocentes. Tenía muchos temores y dudas al respecto. Sin embargo conocer a aquella chica, me hacía preguntarme si era posible...

De pronto comencé a sentir un olor... continué leyendo mi libro, quería ver quién llegaba en ese instante.

No había tenido oportunidad de hablar con ella, por una cosa u otra, pero ésta era la definitiva. Cuando la localizé en la biblioteca me acerqué a ella muy discretamente y tratando de no hacer ruido, la anciana encargada era muy quisquillosa y corría el riesgo de que me sacara por ¿cuántas veces...? ¿veinte? había perdido la cuenta. Tomé asiento a su lado...

-Hola Amanda, por fín puedo encontrarte.

Miré al chico. Lo recordaba perfectamente de mi primera clase en la mañana, sonreí amablemente, quería saber que queria conmigo.

-"Hola..."- salude tímidamente -"¿me estabas buscando?"- pregunte un poco confundida.

¿Porque habría de estarme buscando?, sinceramente pocas veces podía comprender a los humanos. Bueno en este caso... podía ver que sucedía hablando con él. Después de todo era nueva en la escuela y la curiosidad por conocer a las personas de aquí era natural en mi.

-Por supuesto que te estaba buscando - le dije hablándole casi en susurros- No tuvimos ninguna oportunidad en la clase de historia y ahora estamos tú y yo solos, sin profesoras ni alumnos de por medio - acerqué un poco más mi silla hacia ella hasta tenerla a pocos centímetros - Te ves mucho más linda de cerca, no sé, tu cabello se ve sedoso, como de terciopelo - toqué su cabello sin dejar de mirarla a los ojos.

-Discúlpame Amanda, no fué mi intención incomodarte- yo también alejé un poco la silla- Es que eres como un imán para mí, ejerces una fuerza de atracción difícil de evadir - le sonreí. Respondiendo a tu pregunta, si, somos compañeros de clase con la profesora Bazet - gruñí- Pensé que te acordarías de mí, pero ya veo que no. A veces la gente se aleja de mí . se lo comenté porque había sentido su rechazo hacia mi persona- Ya estoy acostumbrado, la gente cree que soy pupular pero no hay nada más falso que eso.

Sus palabras hicieron que notará que se encontraba un poco molesto y algo herido, pero era nueva en la escuela no era de esperarse que conociera a todos de un día para el otro, especialmente por mi condición... lo miré a los ojos.

-"Lamento mi actitud, pero no... no"- confío en una persona que conosco horas- "no estoy acostumbrada a que la gente me toque... no es algo que me guste, disculpa si te moleste"- sonreí amablemente.

Sin embargo aun me mantenía precavida... este chico.... bueno no él, pero la visión me daba libertad a ser más precavida.

-"Usualmente mi personalidad es desconfiada, lamento si te incomodo..."- cerré mis ojos -"Bueno supongo que ahora que estas aquí podrás encontrar muchos amigos"- humanos - "para que no te sientas tan solo"-m sonreí.

-Fuí demasiado aprisa, te debo una disculpa. Mira se me ha ocurrido algo mejor ¿por qué no volvemos a presentarnos? Borremos todo y empezemos. Como si fuera la primera vez que nos vemos ¿te parece? - extendí la mano - Michael Vick - ella seguía quieta sin moverse - Oh, vamos no voy a morderte, se que me porté muy atrevido hace un momento pero quiero remediarlo, sinceramente.

Seguí esperando una respuesta de su parte.

El chico se estaba portando más agradable. Incluso me dio mucha gracia que dijera aquella frase de "no te voy a moder". Bueno sabía que él no lo haría, porque la que sabía morder... era yo, estreche mis ojos. Así que le sonreí y cuidadosamente tome su mano. En esta ocasión no mire nada de ninguna clase, lo que me relajo inmediatamente.

- "Mucho gusto Michael... Soy Amanda"- sonreí. Mientras lo saludaba cortésmente.-"no te preocupes por de hace un momento, mi naturaleza... es ser un poco tímida ante las personas, en general"- lo cual no era mentira.

-Si tienes razón, ahora que te observo con detenimiento, pareces una chica tímida. Eres agradable, y por eso te voy a decir una cosa - hablé en un tono más bajo - Suelo no caerle bien a las personas la primera vez, soy... humm, demasiado directo, tú me entiendes. No me ando tras las ramas.

Jugué un poco con los dedos sobre el escritorio.

-He tratado de cambiar esa parte "desagradable de mi" aunque pienses lo contrario. Porque sino lo hago... Me quedaré completamente solo.

No se porqué me abría con ella, nunca a nadie le contaba cosas tan íntimas.

-¡Vaya! parece que tienes las respuestas a mis dudas- la chica parecía muy madura para ser tan joven- Tienes mucho razón, sobre todo en eso de que tenemos un lado oscuro (quien mejor que yo para saberlo) esa parte desconocida de uno mismo que nadie conoce y que tal vez no deberían saber nunca - reflexioné un poco - Te haré caso, trataré de visualizar mi comportamiento y controlaré mis impulsos, sobre todo cuando veo a una chica guapísima como tú.

Le sonreí. La verdad parecía ser agradable. Pero eso no significaba que yo era una persona común. Decidí profundizar un poco sobre su vida, algo que lo relacionara a sus conflictos personales.

-"Bueno me alegro"- me quede pensativa unos momentos -"gracias por el cumplido... pero este lugar esta lleno de personas bastante atractivas"- vizualice la gran cantidad de vampiros en la ciudad, ante los ojos de los humanos, demasiado hermosos. Suspiré - "pero supongo que debes intentarlo... date la oportunidad de... "- ser como los demás.. -"tener una vida normal.."- le sonreí. -"de aseguro ahí podrás encontrar las amistades que deseas"- Amistades humanas... es muy riesgoso nuestra amistad. Me quede nuevamente en silencio.