Pensando en él...

Últimamente mi sitio favorito en todo Forks era el río, caminar por la orilla de éste, dejar que la lluvia dibujara su camino en los contornos de mi rostro y de mi cuerpo, todo lo que se encontraba ahí estaba en armonía y era fácilmente identificable con la sensación de paz que invadía mi cuerpo en aquél lugar.

Un reflejo extraño en el agua me alertó, me trepé en la rama de un árbol mientras veía quien se acercaba, no quería que un humano me viera. Cuando pude verla me di cuenta inmediatamente de quien era, en definitiva la conocía, compartía el puesto de maestra en la escuela de Forks conmigo, ella impartía historia.

Planee en ese mismo instante bajar y saludarla, era una chica en definitiva muy agradable, sus pensamientos, que de manera no intencional se reflejaron en la mía me detuvieron. Se veía… confundida y un tanto… triste?
Se acostó, la lluvia la bañaba tenuemente, probablemente no debía interrumpirla, pero se veía algo preocupada, la saludaría, me disculparía con ella, y después la dejaría sola, a fin de cuentas, no podría irme sin que ella advirtiera mi presencia.
Me paré en la rama y me tiré de está, sin hacer un solo ruido al caer, puse mis manos en mi espalda. “Lamento… interrumpir…” la mire sonriendo un poco, “¿estás… bien?” que pregunta tan tonta le había dicho, era obvio no estaba bien pero no sabía que podía decirle. Quite la expresión que tenía y me puse seria “¿Hay algo… en lo que pueda a ayudarte?” le dije sin intenciones de ser entrometida.

Me saludó muy amablemente, aunque no creí una palabra que me había dicho acerca de su estado de ánimo. Me senté con ella, había sido muy graciosa la idea de suspirar al mismo tiempo, tal vez lo hacíamos por diferentes razones.

“Nada en especial, ya sabes… disfruto la lluvia, la tarde… los recuerdos” – sonreí muy ligeramente “buenos, por supuesto” – le dije mientras me veía algo extrañada ante mi rostro que pasaba la felicidad muy levemente “no me hagas caso” – le sonreí ampliamente.

“Ahora, cambiando de tema…” le dije un poco dubitativa y cambiando mi expresión, ahora estaba seria, el agua se movía muy tranquilamente, era extraño considerando lo fuerte que era en ese momento la corriente de aire, “No necesito tener un don especial para saber que no estás bien…” acomodé mi cabello que jugueteaba con el aire detrás de mi oreja, ella bajo la vista, probablemente había dado exactamente en el tema que no quería que tocara.

“Yo sé que no pediste mi ayuda Ireri, pero en verdad… me gustaría ayudar a la maestra de historia… que pensarán sus alumnos si llega con esa cara” – le sonreí ampliamente mientras le guiñaba un ojo, ella en verdad me agradaba. Le di un poco de tiempo para que decidiera su mente a contarme o no, levante la vista al cielo, luego habló…

Vaya, aquello si me había sorprendido de sobre manera, puse expresión de interrogación cuando me dijo de quien se trataba. “No son tonterías aunque… no puedo negar que me sorprenda” fui sincera con ella.

“Primero, me es difícil figurar a una chica como tú…” le sonreí pues planeaba aquello sonara como un cumplido “se haya sentido atraída por un chico como… él” no planeaba ofender pero creía que Chris, por mi experiencia con él era un humano extremadamente tímido. “Te diría que está bien si viera que te hace feliz… pero no lo es, quieres… ¿contarme?” – le dije mientras le sonreía de nuevo, quería que tuviera presente que podía contar conmigo, si quería consejo o solo un par de oídos a los que callera todo lo que tenía que decir. Me quedé con ella mientras el agua comenzó a caer más fuerte, a ninguna nos importó