En medio de la carretera

Habían pasado solo unas horas desde que pise por primera vez el pueblo de Forks, estaba sentado en mi auto escuchando música a un volumen bastante bajo me relajaba aquel momento, me gustaba recordar las buenas épocas de mi vida y algunas veces me ponía a pensar que habría sido con ella si hubiera seguido en mi forma humana.

Estaba mal que me pusiera a recordar todas esas cosas, para poder concentrarme en mi nuevo futuro encendí mi auto, tenía que encontrar un lugar para vivir mientras conviviera con los humanos.

Arranque bastante rápido y casi sin ver por el retrovisor, un auto que también venia a una velocidad muy alta choco con el mió, me baje para revisar que el pasajero del otro auto no tuviera problemas, el descuido había sido de mi parte.

Me quede sorprendido al verla, y no precisamente porque fuera vampira muy linda, había algo en ella que me parecía muy familiar como si ya nos conociéramos.

- Descuida no hay ningún problema, no fue nada grave – a mi auto no le había pasado nado, en cambio el de ella tenia un faro roto – creo que soy yo quien te tiene que pagar por los daños, pensé que la carretera estaría vacía y me equivoque – la chica se relajo bastante – Pensé que eras un humano y estabas herida, me llamo Edmund Van Helsing es un placer le tendí la mano en señal de amistad.

Ese nombre me trajo recuerdos, una de mis bisabuelas había tenido ese nombre y también mi hermana menor.

Tome su mano y vi algunos de sus recuerdos, así funcionaban mis poderes tenia que tener contacto físico para ver el pasado y el futuro de las cosas y las personas. Lo que vi me confundió más, aquel no era su nombre de nacimiento ella usaba otro apellido y algo que me hizo que se me revolviera el estomago fue ver a su padre sabía que lo había visto bastantes veces en la oficina de mi abuelo cuando era niño y también estaba aquel retrato familiar.

- Van Helsing – dije – ¿Cómo se llamaba tu padre? – tenía que confirmar mis sospechas.

Su nombre confirmo mis sospechas, claro que había escuchado ese nombre y había conocido a su padre en persona.

Antes de toda mi transformación mientras estudiaba en la oficina del abuelo Nathaniel se hacia pasar por uno de mis primos lucia tan joven que nunca tuve sospechas, todo cambio después de que el abuelo murió Nathaniel desapareció y nunca lo volví a ver. Tiempo después al leer algunas de las cosas que guardan en secreto mis familiares descubrir que él había sido uno de los primeros en la familia en tener un contacto con los vampiros y que en realidad no era mi primo había sido hermano de uno de mis bisabuelos.

Deje que ella viera todo lo que estaba pensando, así seria más fácil que entendiera todo lo que estaba pasando.

-En verdad te pareces bastante a mi hermana menor, solo mírala tu misma – saque un pequeño relicario y lo coloque en sus manos – Pensé que era el único que quedaba, nunca imagine que Nathaniel fuera uno de nosotros, ¿en donde esta? Me gustaría hablar con él hay tanto que tiene que explicarme.

Melinda seguía mirando el relicario y sus ojos se pusieron bastante tristes.

Nathaniel estaba muerto, había sido la única persona que quizá sabia explicarme el porque de la supuesta maldición. Encontrar a Melinda en un lugar como este había sido un completo milagro. Me recordaba tanto a mi hermana menor, que al verla triste sentí ese fuerte impulso de consolarla

- Tranquila todo va a estar bien, si tu quieres podemos tratar de aclarar todo esto juntos – no sabia cual seria su reacción así que solo puse mi mano sobre su hombro – Nathaniel tenía razón al no hablarte sobre nosotros, de verdad estamos malditos, míralo tu misma.

Le enseño todos los recuerdos que tenía sobre las muertes que me había tocado ver, desde la del abuelo hasta la de mis padres. Algo en ella se altero y puso su mano sobre mi mejilla, pude ver los recuerdos que tenía de la muerte de su padre, muchas cosas eran bastante similares en ambos casos.

- Son los mismos – fue lo único que dije – No te voy a abandonar, pase lo que pase ahora tendré que cuidar de ti, eres la única persona que queda viva en mi familia. Es un favor que le debo a los demás.

-Por ahora no tienes que preocuparte por nada, tenemos bastante tiempo para aclarar las cosas.

Me oficio su casa, había dicho también era en parte mía, supuse que Nathaniel la había dejado para los miembros de su familia. Le sonreí, ella me consideraba ya como alguien de su familia.

- Creo que aceptare tu oferta, no tengo ningún lugar al que llegar podrías ayudarme a instalarme – una idea me llego derepente – Si tu estas de acuerdo podemos decirles a los demás que somos hermanos, después de todo nos parecemos bastante – ella sintió con la cabeza y me mostró su brillante sonrisa – Entonces vamos, hay tanto que tenemos que contarnos. Yo te sigo.

Subió a su auto y arranco, yo la seguí muy recerca con el mió. Mi llegada a Forks había cambiado mi vida, primero había conocido a una chica que robo mi corazón y ahora estaba con alguien que compartía más que el nombre conmigo.