Un momento a solas...

Un poco de curiosidad lo tiene cualquiera, y más aún si es una ciudad nueva y apenas tienes a tu familia... En realidad, sólo quería dar una vuelta pero terminé metida en Seattle metida dentro de una librería y entonces sólo quise parecer una persona normal, con problemas normales y eso.
Claro, todo el mundo se vuelve loco en un día y al otro te sonríe, no? jajaja, no estaba para bromas, y menos si me las hacía yo misma... Ojalá y existiera un manicomio para vampiros, se harían ricos teniéndome sólo a mi de paciente.
El olor a sangre humana inundó mis pulmones, pero no me sentía sedienta, así que simplemente pasé del ardor en mi garganta. Cuando puedes leerles la mente, te desconcentras con facilidad y puedes hasta olvidarlo por unos segundos...
En fin, di un par de vueltas y logré dejarme llevar por el murmullo de los pensamientos de las personas dentro de la estancia, hasta que di con un libro que tal vez me mantenga esta noche distraída... "La moda en el siglo XX".

No pude evitar sentirme desubicada en un principio... Identifiqué el muy común olor a vampiro cerca e incluso tuve una imagen mental de aquella chica aún si volverme siquiera. Cerré el volúmen que tenía entre mis manos y aunque sus palabras resonaron primero en su mente que con su propia voz, la dejé terminar...
-Mucho gusto, Carmen... Soy Callista- sonreí.
No estaba muy acostumbrada al sentimiento de cercanía que rodea a, si no todos, la mayoría de los habitantes de Forks, pero eso lejos de disgustarme, me agradó hasta límites insospechados. Si quería una vida "normal" tenía que empezar por dejar un poco atrás mi personalidad tan reservada. De todas formas, dudo que eso influya de forma negativa en el resto de mi familia.
-Soy nueva, si... Y supongo que no la única, según me puedo dar cuenta...-. le guiñé un ojo mientras sonreía y ella hizo lo mismo.
Di un rápido vistazo al lugar... Cada quién estaba en lo suyo y no me molestaba en lo absoluto.
-Entonces Carmen... ¿Pasas mucho tiempo cerca de estos libros que dejaron de estar actualizados hace bastante tiempo?-.
Señalé el que sostenía para dar mayor crédito a lo que decía y ella...

-Bueno, vengo con mi familia... Los Covenan. Supongo que has oído hablar de ellos por aquí, no?? Parece que muchos de los vampiros que se han estado quedando aquí son capaces de leer la mente... ¿Dónde quedó la privacidad en estos días??- reí y Carmen me imitó.
Esta chica me estaba cayendo realmente bien... El cambio de ambiente había sido bueno y un par de amistades no me harían ningún daño...
-Por cierto, si te pasas tanto por aquí, entonces nos veremos en más de una ocasión... Adoro el olor de los libros y obviamente me encanta leerlos, aunque a veces prefiero no mucho silencio, ya sabes, algo de música con qué relajarse está bien por mi... Por cierto, ¿Cúal es tu libro favorito?-.