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La Historia de Carmen

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Mensaje  Bella Cullen Miér Dic 31, 2008 3:53 am

FAN FIC ENVIADO PARA El CONCURSO (No se revelará el nombre delconcursante hasta la decisión final)


.:La Historia de Carmen:.


Rating:PG

Personaje: Individual


Resumen: Es la historia de como fue transformada Carmen y como conoció por primera vez a Elezar.

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Era una noche tranquila, no había ningún ruido a nuestro alrededor, mis dos hermanas mayores dormían conmigo, en la misma cabaña y mi hermano junto con mis padres, en la cabaña de alado, recuerdo que esa noche dormí tarde, me quede viendo la luna, se veía tan hermosa, parecía que solo brillara para mí. Esa noche, mi vida… mi existencia cambio para siempre, lo único que jamás entendí en ese momento fue el porqué no pude morir como el resto de mi familia, así no me hubiera sentido tan sola, tan desprotegida, tan… diferente.
Todo comenzó a las 3 de la mañana del 13 de Mayo de 1903, mis padres habían decidido que sería buena idea acampar unas noches como familia cerca de las montañas en España, en un pueblito llamado Crownville, desde el momento en que pisamos ese lugar tenía un mal presentimiento, mi padre consiguió dos cabañas lo mas lejos de ese pueblito, rodeados de arboles…. Tan extraño que ni el viento se escuchara en ese lugar. Me despertó un ruido dentro de la cabaña, mis hermanas ya no estaban ahí, pero había rastros de sangre, pude ver salir a alguien alto, la luz de la luna ilumino su rostro, un rostro que no olvidare nunca, de tez pálida casi blanca, sus ojos rojos hacían que su belleza fuera única, tenía el cabello largo lacio, le llegaba a los hombros era de color café oscuro, como el del café de grano, jamás había visto a nadie como él… pero lo que vi en sus labios me aterro, tenía algo rojo unas manchas, al principio no sabía que era hasta que vi como se deleitaba con ese liquido exactamente igual al del piso, era sangre… recordé entonces que mis hermanas no estaban así que cuando el sujeto salió, me dirigí a la puerta y salí en dirección a la cabaña de mis padres, pero el lugar se encontraba vacío, solo mas manchas de sangre, era como una pesadilla para mi, quería despertar, estaba en medio de la cabaña tratando de convencerme a mi misma de que esto que sucedía no era real, pero alguien tomo mi muñeca y me jalo afuera de la habitación, me cargo en sus manos y con una velocidad impresionante me llevo adentro del bosque, donde la luz de la luna ya no pasaba, tenía miedo de lo que pasaba, quien era este hombre que había visto en mi cabaña y que es lo que me haría, me sentí sola, tenia tanto miedo de pensar que mi familia estaba en peligro o si lo había estado y yo no hice nada para ayudarlos.
Cuando se detuvo me soltó, me quede en el césped frio, un poco mareada del recorrido, no tenía ni idea de lo que había sucedido cuando de pronto una voz tan dulce, parecía que cantara, se escucho, el hombre por primera vez me hablo…
-Disculpe usted señorita, tuve que traerla hasta aquí para que los otros no notaran su aroma, si ellos hubieran entrado antes que yo a su habitación –cerro los ojos y puso una mano en su frente como si lo que pensara le doliera- no podía permitir que le hicieran algo, usted es demasiado bella como para morir o sufrir algo peor que eso –dijo con una mirada tan tierna, había algo en el que me hacía sentirme segura y sentir miedo al mismo tiempo.
-Quien es usted señor? En donde esta mi familia? –pregunte al hombre hermoso que tenía enfrente de mí, me acerque a él un poco pero en cuanto di un paso el retrocedió.
-Oh vaya que descortés he sido, me llamo …- no pudo decirme su nombre porque en ese instante se quedo con los ojos abiertos mirando algo que había atrás de mi, voltee poco a poco para ver qué era lo que le asustaba, eran 3 personas con capuchas negras, todos de la misma tez que el joven con el que había estado conversando, de una belleza inigualable, pero había algo en ellos que me hacía sentir desconfianza, y miedo, mucho miedo… uno de ellos hablo con voz un poco más grave.
-Que hace ella aquí? – me señalo y me miro con cierto desprecio, sentí como su mirada miraba cada movimiento que hacia – ohhh ya veo, querido Antuan querías guardártela para ti solo no es así – hizo una sonrisa y pude ver sus dientes blancos como la leche, entonces así se llama el joven con el que estaba conversando.
-No amigo mío, la verdad es que no quería hacerle daño a esta bella joven, solo quería que siguiera viviendo y que sea feliz –le dijo mientras me miraba y sonreía tiernamente hacia mí.
Escuche unos susurros entre los 3 hombres de capucha, no sé como paso tan rápido, Antuan me sostenía en brazos y corríamos, o al menos eso hacia él, pude ver por encima de su hombro que nos perseguían, me miro y pude ver algo en sus ojos, una inmensa tristeza se concentraba y aun así me sonreía, era como si el tiempo se hubiera detenido.
-Perdonadme por favor señorita Carmen –me sorprendió que supiera mi nombre, - Desde hace días esos hombres que vienen detrás de nosotros habían estado acechando las cabañas de por aquí, y en cuanto te vi no pude hacerte ningún mal, eres como una luz, hay algo en ti que hace sentirme feliz, ojala te hubiera conocido en otro momento –estuve a punto de preguntarle quien era él, o que era pero me respondió antes de que mis labios se pudieran separar- soy un vampiro, y no me enorgullece decir que bebo sangre humana, de hecho lamento mucho eso, pero aun así estoy feliz de salvarte de ellos, y sé que tendré que hacer algo para que no te lastimen y me odiaras por esto – no entendía la mayor parte de lo que me decía, el sonido de los arboles pasando muy rápido a nuestros lados no me dejaban pensar con claridad. –Carmen, no puedo dejar que mueras, así que tendré que hacer algo que puede dolerte mucho… - con una mano tomo mi muñeca derecha, la beso y después la mordió, sentí algo caliente entrando por mis venas, algo que me quemaba, perdí la conciencia y mis recuerdos humanos desaparecieron ahí.
Desperté en medio del bosque, note una gran diferencia en lo que veía, mis ojos parecía que los hubieran cambiado en la noche, mis manos se veían pálidas, eso me hacia preguntarme cuanto tiempo estuve inconsciente, mire a mi alrededor y había una nota a mi lado diciendo “Perdona que no esté a tu lado para ayudarte con tu nueva vida, pero tenía que hacerlos perder tu rastro, espero no me guardes rencor. Atentamente Antuan.” A que se refería con nueva vida?
Escuche algo que provenía del sur, eran pasos de algún animal, de eso estaba casi segura, de pronto sentí una sed que me quemaba la garganta, algo que me estaba haciendo perder la razón, corrí en la dirección del olor a sangre de los venados que estaban en una pequeña manada, era como si siguiese en los brazos de aquel joven, como si corriera tan deprisa que sería inalcanzable, seguí corriendo hacia los venados fue como si un instinto salvaje se apoderara de mi, los ataque sin dudar, termine con 3 de ellos en menos de 5 minutos, entonces recordé lo que me había dicho el joven antes, el bebía sangre humana, y una imagen de mi familia cruzo por mi mente, corrí hacia donde creía que estuve la noche en que todo cambio, tarde un poco en encontrar el lugar en donde estuvimos mi familia y yo, pero algo había cambiado desde lo último que recordaba, o mejor dicho todo había cambiado, no había sangre en las paredes ni en el suelo, no había rastro de ropa de mi familia, ni un solo recuerdo visible, era como si todo hubiera sido borrado y no tuviera pasado, iba saliendo de la habitación decepcionada de lo que era, de lo que les había pasado, no quería pensar en ello para poder tener la esperanza de que ellos estaban bien, sanos y a salvo, ya me iba a retirar del lugar cuando mire al piso y reconocí algo, un destello plateado, me agache para recogerlo, era el collar que le había dado a mi hermana mayor, un dije en forma de corazón de color negro, algo muy valioso me había dicho ella, lo guarde en una bolsa de mi vestido. Al menos tenía un recuerdo de mi familia y no perdería mi pasado del todo.
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La Historia de Carmen Empty Re: La Historia de Carmen

Mensaje  Bella Cullen Miér Dic 31, 2008 3:54 am

Los últimos dos meses me la pase viajando por todo el bosque de Europa, no quería pisar alguna ciudad por miedo a que no supiera controlar mi sed enfrente de algún humano, y rechazaba totalmente la idea de hacerles algún daño, ya que me recordaban a mi familia. Había conseguido una cadena para mi dije, y ahora lo portaba con mucho cariño en mi cuello, me costaba mucho trabajo pensar que tenía que estar sola por el bosque pero no iba a regresar a mi ciudad de origen, no quería que nadie me diera la noticia de que de mi familia jamás había regresado, era mejor así para mí.
Una mañana estuve muy cerca de un pueblo que pertenecía a España, tenía que probarme a mi misma que era lo suficientemente fuuerte3 para no hacerle daño a nadie en ese lugar, baje y vi a una joven de 20 años, se me figuro a mi hermana mayor, pude controle la sed que me quemaba la garganta, y seguí caminando por las calles, una gentil señora me regalo un vestido nuevo, debió haberme visto demasiado mal para hacer eso, era un hermoso vestido rojo con blanco, al final de mi recorrido me sentí orgullosa de mi misma, había manejado al situación a la perfección, no había nadie herido, no había causado ningún problema, significaba que podía convivir de vez en cuando con ellos sin que notaran algo diferente en mi.
Después de haber pasado seis meses en este estado, en esta nueva vida, necesitaba una forma de ganarme la… existencia, empecé a ganarme unas monedas ayudándole a un pobre anciana con sus tejidos, ella ya casi no veía, y necesitaba a alguien que pudiera tejer los pedidos de las clases altas que se los solicitaban, mientras ella dormía agotada por las noches, yo hacia el triple de lo que la anciana podía terminar. Ya tenía un dinero ahorrado cuando la pobre anciana falleció, una noche que no pude despertarla,
Decidí seguir viajando por todo el continente, así fue como llegue a Italia, no me había encontrado con nadie como yo , desde mi transformación, pero al llegar reconocí de inmediato, el olor era inconfundible, era una bella mujer, parecía tener entre 30 o 35 años, pero quien sabe cuánto tiempo ha permanecido así. Me hablo del lugar en donde había llegado, me explico sobre las reglas que debía tener en mente, se sorprendió mucho cuando le dije que no bebía sangre humana, creía que eso era algo normal, pero no era así, me dijo que no había casi nadie como yo, me dejo hospedarme con ella unos días, en lo que investigaba nuevas rutas de viaje, iba a visitar algunos museos, conocer el mundo, ahora que tenía todo el tiempo que quisiera, por las noches tocaba el piano de la joven doncella llamada Melisa Locurnet, pase un mes con ella al final, soportaba que mirara a los humanos como alimento, pero la gota que derramo el caso fue que llevara a sus víctimas a una habitación cercana a la mía, ella creía que podía regresar a ser como era, pero sus intentos fallidos me cansaban, así que me fui, dándole las gracias por todo lo que había hecho por mí.
Hacia un año de mi transformación, de nuevo es 13 de Mayo, una fecha no que olvidare nunca, estaba en un lugar de Italia llamado Volterra,, era un día nublado, así que no había problema alguno en que pudiera estar por la plaza central, todo marchaba bien, veía y admiraba la artesanía que vendían en ese lugar, pero no me había percatado que las nubes empezaban a disiparse, y muy pronto los rayos del sol empezarían a aparecer en la plaza, intente esconderme de ellos lo más pronto posible me fui a una calle que tenia sombra, por lo alto de los edificios, pero aun así los rayos de luz llegarían hasta ahí, me iba a exponer pero algo jalo de mi mano y me metió a una habitación, cerró la puerta y encendió una vela, estaba volteado cuando empezó a hablarme con un tono de voz autoritario y serio….
-Que demonios creías que hacia usted –mi miro por primera vez – se… señorita, que no sabe que no debe exponerse? –me preguntó y su tono había cambiado, a uno más suave, como si hablara con algo delicado, a punto de romperse, y vi mejor su rostro, era de tez pálida como la mía, sus ojos eran de color rojo oscuro, pero me veían muy tiernamente, si es que eso era posible, su cabello era corto, de color café castaño, el seguía mirándome cuando le respondí.
-Lo siento mucho de verdad, -estaba siendo totalmente honesta – Yo creí que la luz del sol no saldría, pero me distraje y no sabía en donde esconderme, yo no soy de aquí – le dije, me preguntaba porque no dejaba de mirarme así, era de mala educación que me mirara de forma tan extraña. –Me llamo Carmen- le dije cortésmente.
-Mi nombre es Eleazar –tomo mi mano para besarla- disculpe que se lo diga pero usted es muy hermosa señorita, y sus ojos son de color dorado, como es eso posible - no sabía si era una pregunta o estaba sacando sus conclusiones, de cualquier forma le respondí a eso.
-Bueno supongo que se debe a que no tomo sangre humana, solo animal señor Eleazar –le dije con una sonrisa, en el fondo me sentía muy orgullosa de eso.
Seguimos platicando todo lo que restaba del día, sobre lo que había hecho en un año y como me había transformado, cuando empezaba a interrogarlo, dijo que tenía que regresar a su hogar, me invito a ir a un castillo subterráneo, pero como era de esperarse de mí, no acepte, no era un buen presentimiento, el entendió a la perfección y me consiguió un lugar donde descansar, había sido muy gentil conmigo, caballeroso, pero empezaba a sentir algo por él, no sabía que era, esta sensación era nueva para mí, como si mi mundo se acabara si no supiera mas de él , no podía ser amor, era demasiado rápido para sentir algo así.
Al día siguiente tocaron a la puerta de la habitación, cuando abrí me sentí… viva, era Eleazar, estaba ahí delante de mí, traía consigo una pequeña caja.
-Es un pequeño obsequio, se que te encantara .me dijo con una amplia sonrisa
-Gracias –era lo único que se me ocurría decirle, mientras la empezaba a abrir, contenía una cadenita de plata, no e3ra ni muy larga ni muy corta, era perfecta para mi dije.
-Vi como admirabas demasiado tu dije de corazón, así que pensé en darte esto –Señalo la cadena - para que combinara mejor con tu belleza y tu sinceridad que guardas –me dijo sonriendo y con una mirada muy tierna.
-Eres muy amable conmigo, aun cuando soy una completa extraña para ti, es como si nos conociéramos hacia siglos, - le dije mirándolo a los ojos, una felicidad me invadía.
-No nos conocemos de hace siglos, pero aun así siento como si mi corazón, que aunque no pueda latir, deba estar junto al tuyo, dejaría todo lo que soy por no perderme ni un solo momento a estar contigo querida Carmen –me dijo acercándose a mi lentamente.
Era como si el destino nos hubiera juntado, como si no hubiera sido una casualidad lo sucedido, me acerque más a él, podía sentir su rostro casi con el mío como si fueran dos imanes que deseaban unirse por su gran atracción, sostuvo mi rostro gentilmente con sus dos manos y me beso tiernamente, como si estuviera sosteniendo una flor delicada, yo correspondí el beso dándole a entender mis sentimientos por él, algo que jamás me había ocurrido, que me enamorara de alguien a quien apenas conocía, pero sé que lo nuestro es más que una casualidad, nuestros caminos debían unirse para formar uno solo, como si necesitara de mi tanto como yo lo necesitaría… eso sería algo con lo que tenía que averiguar así como él, y teníamos toda una eternidad para ello.

FIN
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