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EL DESEO DE LO PROHIBIDO*** Un amor que no deberia ser...

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Mensaje  Irka Isokyrö Lun Oct 27, 2008 8:49 pm

BUENO ESTE FIC NO ES PRECISAMENTE SOBRE LA SAGA, PERO SI ESTA INSPIRAD EN ELLA Y SE MENCIONAN A UNO QUE OTRO PERDONAJE, ESPERO KE LES GUSTE, LES DEJO LOS 2 PRIMEROS CAPITULOS, UN POCO LARGOS, ESPERO QUE LES GUSTEN. SE ADMITEN QUEJAS Y SUGERENCIA.. JAJAJA....


***PREFACIO***

Podía sentir la sangre caliente deslizarse por mi pecho, un dolor punzante en mi cuello me hacía gritar, y alrededor mío la fría estatua que era él me envolvía y amoldaba conforma a su cuerpo, la sensación era única, un ardor recorría todo mi cuerpo y un deseo terrible de él, de su frío cuerpo… se apoderaba de mí…

Lo deseaba a él más que nada en el mundo, incluso sabiendo que eso significaría mi perdición… El final de mi vida humana y el comienzo de una vida eterna condenada a sufrir… pero a su lado… ¿Realmente valdría la pena?


CAPITULO I. *EL COMIENZO*.

Me llamo Eileen, tengo 15 años y siempre sentí que no encajaba con las demás personas, y lo terminé de confirmar cuando me mudé a este pequeño pueblo, no esperaba nada de él, sin embargo, me lo dió todo…

Estaba por terminarse el mes de Julio y todavía no acabábamos de empacar, ¿Quién podría creer que cupieran tantas cosas en tan pequeño departamento?, mi madre estaba desesperada y cansada, mi padre… no sabía que pensar, no se mostraba molesto y cooperaba, pero en el fondo yo sabía que no le agradaba la idea de mudarse a un lugar donde había tantos cerros y con el bosque a unos pasos. ¿Yo?, me parecía imposible cambiarme, todavía no lo aceptaba, ¿Cómo podría yo mudarme del lugar en el que nací? Pasaron los días y pronto estuvimos en nuestra nueva casa, era mas pequeña que el departamento, lo cual me molestaba, no tendría mi propio cuarto.


***

Primer día de clase, estaba muy nerviosa y mis piernas parecían estar hechas de gelatina, al menos no era la única nueva, entraría con un grupo entero de completos desconocidos, no muy alentador pero mejor a haber sido la única. Era el primer día de mi bachillerato.

Todavía no salía el sol y el día se sentía húmedo y frío debido a la cercanía del bosque, al entrar al colegio me sorprendió la cantidad de alumnos, era muy pequeña y la escuela no se diga, por lo que me sentí cohibida, debería de parecer estúpida y muy notoria, una novata de primero.

Pasaron los meses y ya tenia unos cuantos amigos, “nada fuera de lo común”, solo que yo no encajaba con ellos, éramos siempre tan diferentes, no teníamos nada en común, nunca he tenido nada en común con la gente.

Por fin llegaron las lluvias que yo tanto anhelaba y el frío que te penetra los huesos en un día 22 de septiembre, el día perfecto sin duda, pero había algo en él que me parecía muy raro, algo no encajaba, pero decidí no prestarle atención, seguro era mi imaginación de nuevo.

Entre al salón y todo lucia normal, efectivamente, era sólo mi imaginación.

El salón estaba calientito, saludé a un par con la mano, me quité la chamarra y tomé mi asiento esperando a que Yolanda llegara, la chica con quien mejor me llevaba, era amable, no le molestaba que no fuera muy social, y lo mejor era que compartíamos el gusto por la lectura. Apagué el mp3 y saqué mi libro, Frankestein, no mi predilecto pero bastaba para entretenerme en la clase de Ingles.

Pronto el salón se llenó y la maestra llegó, comenzaron las clases como siempre. Por una extraña razón mis compañeros estaban muy serios y quietos, Yolanda no llegaba, así que pensé que se había quedado dormida.

Íbamos como a media clase cuando sonó una alarma parecida a la que sale en las películas de ciencia ficción de los sesentas para alertar a la gente de que la guerra nuclear había llegado. La cara de la maestra palideció, yo no sabia lo que estaba pasando, mis compañeros parecían estar igual de confundidos que yo, pronto la maestra nos gritó que saliéramos afuera y que dejáramos las cosas dentro, cuando logré salir del salón, que estaba totalmente fuera de control, pude ver con claridad como todos corrían hacia distintas direcciones, la alarma no dejaba de sonar, trataba de ponerme la chamarra cuando oí un grito desgarrador y un sonido parecido al de un costal pesado dejado caer, seguido de un crujir de huesos, me estremecí. Mire hacia la dirección en que se había producido el ruido, entonces vi un bulto negro encima de algo que parecía ser una persona, me estremecí de nuevo y escuché otro ruido a mi espalda, pero ahora en dirección contraria a la del bulto, era una chica de mi clase, que miraba horrorizada hacia su lado izquierdo, una figura negra avanzaba hacia nosotras, el pequeño grupo que había quedado ya que los demás se habían echado a correr.

Todas siguieron el ejemplo de los demás excepto yo, que me quedé inmóvil, no podía moverme, entonces una gran ráfaga de aire me barrió y la figura negra se detuvo, fue cuando pude apreciarla mejor, miré como le complacía el olor que le había llegado con el viento, era una persona, o más bien, parecía una persona, era un hombre, muy joven, con una tez blanca como la nieve, sus ojos estaban rojos, como si estuvieran inyectados en sangre. Su rostro era bello, todo estaba en armonía en aquel rostro, era alto y de aspecto fornido, su cabello era largo, negro y rizado. Su aspecto no era el de un humano, jamás habría podido ser el de un humano, era el más bello hombre que jamás había visto. Era perfecto.

Él me miraba de forma extraña, como preguntándose que hacer, entonces alguien pasó a mi lado y me jaló, corría tan rápido que veía un poco borroso, entonces oí que me hablaba. – ¿Qué demonios estabas haciendo?, ¿Acaso intentabas matarte?- la voz me parecía extrañamente familiar, era la voz de un muchacho, pero… ¿Quién era?

- ¿De que hablas? Solo miraba a aquel….- no me dejó terminar la frase.
- ¿Qué acaso no te has dado cuenta? Esas cosas no son humanas.
- ¿Qué dices?- pregunté desconcertada.
- No lo sé con seguridad, pero los he visto alimentarse de nuestra sangre.
- ¿Qué?- no podía creer ni una sola palabra de las que me decía, esa cosa tan bella no podía ser un monstruo, claro que no.
- SÍ, hablo en serio, ¿Qué te pasa?, estas como ida, ¿Estas bien?- me preguntó.

No le pude responder, ni siquiera yo sabía lo que me pasaba, pero ansiaba con ganas volver a ver a esa bella criatura, no importaba cuan peligrosa fuera.

Él seguía corriendo y me llevaba de la mano, jalándome hacia delante, hasta que por fin recobré la cordura y pude correr por mi misma, el parecía un tanto decepcionado, de repente sentí mucho frío y noté que no traía la chamarra, debía de haberla tirado mientras corríamos. Entonces traté de pensar en lo que estaba ocurriendo y por fin me dí cuenta.

Esas cosas tan bellas no eran humanas, eran una especie de… depredadores, se alimentaban de nosotros, ¿Cómo es que no lo sabía? ¿Cómo es que no lo sabía nadie?, y el que me había salvado de una muerte segura no era nada más ni nada menos que el ferviente admirador que me había conseguido en unos meses de colegio, Daniel no se que.

-¿A dónde vamos?- le pregunté entre jadeos
-No lo sé, no sé en que lugar podríamos estar seguros…- dijo con cierta preocupación.

Pensé, tenia ese lugar en la punta de la lengua, había estado en ese lugar ayer… ¿Dónde era? ¿Dónde era?

- ¡Lo tengo!- grité- vamos al edificio de computo, tiene una estructura de metal alrededor, tal vez ahí podamos estar seguros.
- ¡Si claro!

Seguimos corriendo, ya estábamos cerca. Doblábamos hacia la derecha cuando lo ví, y de nuevo, llegó otra ráfaga de viento, sentí el aire más frío y me hizo estremecer.

-No te preocupes, yo te protegeré…-musitó Daniel precipitadamente sin darme tiempo para poder detenerlo.

-¡NOOOOOO…..!- grité cuando ví que el bello hombre se aproximaba a nosotros y Daniel comenzaba a caminar para encararlo….

Entonces él lo atacó… lo mandó a volar por los aires y se estrelló contra el suelo, no se movía así que corrí para ver si lo había matado, pero algo frío me tocó el brazo y me detuvo, su roce hizo que me recorriera un gran escalofrío y que se me pusiera la piel de gallina, pero algo extraño sucedió, ese toque helado me agradaba demasiado, comencé a hiperventilar y el corazón parecía que se me saldría del pecho, él me miró con un deseo tremendo en los ojos, extrañamente atractivos, su mirada recorría mi rostro mientras podía ver que le fascinaba la experiencia, me jaló y me arrastró, literalmente, hacia el lado opuesto al que había llegado, los pocos espectadores que nos habían estado observando se habían desvanecido, ni siquiera había mas de esas criaturas vestidas de negro, ahora estaba sola con él, no podía dejar de mirarlo, lo que a él parecía gustarle, de vez en cuando me devolvía la mirada de una forma perversa…

Ahora podía ver mejor su cuerpo, con lujo de detalle, sus fuertes músculos perfectamente bien marcados a través del suéter negro hacían subir mi flujo sanguíneo y acelerar mi corazón, sus blancas, suaves y duras manos de piel de mármol ahora me tomaban suavemente de la mano como si fuera una frágil muñeca de porcelana, mi mano entumecida fue lo que me hizo salir de mi ensimismamiento, él, percatándose de mi reacción hacia el frío de su tacto se detuvo y automáticamente hice lo mismo, soltó una risita y me dijo con una exquisita voz –Sería mejor tomarte de la otra mano antes de que esta comience a congelarse- me quedé muda ante aquella melodiosa voz, la más bella que jamás había escuchado, hablaba con un estilo que no era de esta época, hablaba con una voz muy educada y fina, algo extraño en alguien de su edad, de unos 18 o 19 años aparentemente, y lo único que pude hacer fue mover la cabeza en respuesta a un si, me soltó y se puso a mi lado derecho con una rapidez que ni siquiera lo ví hacer el cambio, comenzamos a caminar de nuevo, después de un rato volvió a dirigirme la palabra -¿No es extraño? ¿Que sólo tú y yo nos podamos comportar como personas civilizadas? ¿Viste a todos esos estúpidos humanos resistirse aunque sabían que no podrían ganar?, deberían de haber seguido tu ejemplo, cooperar, para asegurarse una muerte no muy dolorosa- hizo bastante énfasis en lo de la muerte dolorosa, lo cual me hizo sentir que la sangre abandonaba mi cara.

Seguimos caminando hasta llegar al estacionamiento de profesores, donde ahora sólo había autos destrozados y personas tiradas sumamente pálidas y aterradoramente quietas. En el centro de él había un gran grupo de personas, unos parecían estar sentados en el suelo y otros estaban parados, ellos vestían de negro, con gabardinas iguales a las del bello joven que tomaba de mi mano. Él se volteó y puso su cara justo enfrente de la mía, a una peligrosa distancia, para susurrarme solo unas palabras-pórtate bien y tal vez sea yo quien te mate, prometo hacerlo lo más rápido y confortablemente posible para ti- no presté atención a su advertencia y quise acercarme más a su rostro, tenia curiosidad de cómo se sentirían sus labios en los míos, a él pareció encantarle la idea, se acercó aun más de modo que pude ver perfectamente bien sus rojas y oscuras pupilas, él dirigió su rostro hacia mi cuello, donde se detuvo un momento para aspirar hondamente y luego disfrutar de mi fragancia mientras esbozaba una placentera sonrisa, luego subió su rostro un poco para susurrarme algo al oído- ¡Eres exquisita!, ¡Ya puedo imaginarme el sabor de tu sangre! ¡Apostaría que es aun mejor que tu aroma!, tal vez no pases de esta noche…-dijo con un aire malévolo, me estremecí, pero aun así no pude dejar de sentir la necesidad de su cercanía.

Se alejó de mí lo suficiente para que viera en que dirección se dirigía y lo siguiera, obedecí como un vil cordero, pues anhelaba estar a su lado, al llegar al centro, los individuos con gabardinas me observaron con interés al mismo tiempo que con necesidad.

El movió la cabeza indicándome que imitara a los demás que estaban sentados en el suelo y lo obedecí. Todo los que estaban alrededor mío estaban pálidos, casi transparentes y con una expresión de terror en el rostro que me hizo estremecer, todos estaban callados y con la mirada ausente, quise que todo regresara a la normalidad, quise que ninguno de ellos temiera, que nada malo hubiese ocurrido ni que les ocurriera, entonces me sentí maldita por sentir lo que sentía por aquel diabólico ser… aunque después me retracté…

[CONTINUA DEBAJO]
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Mensaje  Irka Isokyrö Lun Oct 27, 2008 8:49 pm

Por ser la última en unirse al grupo, estaba muy cerca del grupo de negro y pude escuchar pedazos de su conversación- ¿Para que armaron tanto alboroto?, ¡Mataron a media escuela sólo para obtener a estos miserables humanos!, y lo peor de todo, ¡Dejaron testigos!, ¡Humanos que vieron lo que hicimos y que no tardaran en hablar y hacer especulaciones! ¡Esto llegará hasta Italia! ¿¡Qué haremos si esto llega a oídos de los Volturis!?¡Podéis imaginaros lo que os dirán! ¡No pasarán más de unas semanas hasta que den con nosotros!-gritó un hombre casi tan bello que él.

-¿Qué estáis diciendo? ¡No creas que nos tomamos tantas molestias solo por unos estúpidos humanos!- contestó acaloradamente una hermosa mujer con cabello de fuego, de un rojo impresionante. Ella era igual, tenia esos bellos y finos rasgos, ¿Era acaso un rasgo característico de aquella especie?

-¡Cálmense!, ¡Cálmense! No nos pasará nada, si enseñamos bien a los neófitos, podremos tratar de hacer un trato con los Volturis, si ven que ellos son lo suficientemente especiales y de utilidad para su guardia como para dejarlos vivos, tal vez podremos llegar a un acuerdo- musitó tranquilamente con su voz de miel mi hermoso acompañante

-Pero, ¿Y todo nuestro trabajo?- preguntó un joven de cabellos dorados que parecía apenas salir de la adolescencia.

-No se preocupen por eso, nos encargaremos de quedarnos por lo menos con el que tenga el poder que más nos convenga- volvió a responder él

-Esta bien, esta bien, parece buena idea- musitó el que parecía llevar el mando- Pero ahora démonos prisa, Alastor, Gala y Emil, limpien el desastre que hicieron, ¡Deprisa!, nos veremos en la casa, Logan, Aimelin y Egan, escojan a sus ovejas y larguémonos,- les ordenó.

Entonces todo ellos se volvieron hacia nosotros y nos observaron, todos estaban muertos de miedo, me aterroricé al ver que una mujer de aspecto salvaje me miraba con unos ojos de necesidad… de sed… Se aproximó unos pasos hacia mí, cuando mi bello David* la interceptó y le dijo- Oh ni lo pienses Minerva, esta apetitosa humana es mía- musitó él con su voz de tenor, y ahora dirigiéndose a mi y tendiéndome su mano dijo- ¿Me concede el honor de ser su acompañante esta noche hermosa señorita?-, yo, sin aliento traté de respirar para responder con una voz normal, pero lo único que pude conseguir fue un
* David se refiere al David de Miguel Ángel.

débil y rasposo si, el siguió hablando- Huumm… en este rato que he pasado contigo me he percatado de una cosa, eres muy inteligente e intuitiva, lo pude sentir, sin embargo tu debilidad parece ser que no temes a los que deberías temer con más razón, me pregunto… ¿Qué sería mejor?, ¿Convertirte en una de nosotros o no desperdiciar ese exquisito aroma tuyo y beber tu sangre?-, al irme diciendo esto, se me acercaba cada vez más, asegurándose de no dejar mucho espacio entre nosotros, mientras, sus manos se acomodaban en mi cintura y me iba acercando cada vez más a su frío y perfecto cuerpo, a su vez, mi rostro se acercaba al suyo, conciente de que su boca estaba a peligrosa distancia de la mía, él fue bajando su rostro lentamente hasta llegar a mi cuello, yo alcé la cara para poder sentir sus fríos labios sobre mi piel, el corazón me latía desesperadamente queriéndose salir de mi pecho, podía sentir su gélido y delicioso aliento en mi piel, embriagándome, haciéndome perder la razón…

Fue entonces cuando...
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Mensaje  Irka Isokyrö Lun Oct 27, 2008 8:50 pm

CAPITULO 2. LA PETICIÓN.

Fue entonces cuando me alejó de él, bajé el rostro para verle la cara, tenía una mirada arrepentida, una tristeza tremenda se le reflejaba en el rostro, me dolía verlo así, bajé la cabeza, no comprendía su reacción, ni la mía, ¿Qué me sucedía? ¿Acaso había algo malo en mí? ¿Por qué me dolía la tristeza de un ser que anhelaba beber mi sangre?, entonces, me compadecí de aquella bella criatura que sufría, pero no entendía el porque.

Caminamos hacia una gran camioneta negra con cristales ahumados, apenas era conciente de las demás personas, el caminaba a lado mío, procurando dejar suficiente espacio para no tocarme, no entendía el porque, antes había estado muy interesado en estar cerca de mi, pero ahora, actuaba de un modo repulsivo hacia mi. ¿Por qué? ¿Por qué me hacía esto? ¿Qué acaso no se daba cuenta de que me hacia sufrir?

El iba conduciendo, no lograba ver hacia donde, estaba tan oscuro tanto dentro como por fuera que no lograba ver en que dirección nos dirigíamos. Eso no importaba, mientras fuera con el iría hasta el fin del mundo. Yo iba en el asiento trasero esperando a que sus ojos se volvieran a encontrar con los míos. Pero no lo hicieron.

El viaje fue largo, como unas dos horas, en una larga y casi recta carretera. Por fin me dirigió la palabra después de un silencio sepulcral –No te apartes de mi independientemente de lo que llegues a oír- yo solo asentí con la cabeza. Colocó su fría mano en mi cintura una vez que bajamos de la camioneta, alrededor de nosotros no había más que árboles, estaba completamente solo, ni siquiera pasaban autos por la carretera, me soltó y avanzó unos pasos, después se detuvo y se volvió hacia mí con el sufrimiento grabado en el rostro. Derrame una lágrima al verlo, comencé a caminar hacia él pero el me detuvo con una seña de su blanca mano, después de dijo:

- Lo mejor es que te vende los ojos, no quiero que te asustes, no me sueltes en ningún momento, no importa lo que sea que escuches- yo asentí, seguía llorando, el sacó un pañuelo rojo de la camioneta, lo dobló varias veces y se acercó a mi, recorrió con su fría mano el contorno de mi rostro y me sonrió con tristeza, cada vez más se acercaba el pañuelo a mis ojos, no sabía si era correcto decir lo que sentía, pero lo hice – No me dejes- le suplique- Quiero estar contigo- el bajo la mirada, se acercó y me estrechó entre sus fuertes brazos, comencé a llorar de nuevo, lo envolví con mis frágiles brazos intentando con todas mis fuerzas que nunca se separa de mi, pero fue en vano, deshizo mi abrazo y me dijo – No debes estar conmigo, soy peligroso para ti-

-No…. por favor… no me dejes…- le supliqué, pero no lo hacia cambiar de opinión, no lograba encontrar alguna razón valida para quitarle ese pensamiento, era la pura verdad, si me descuidaba bebería mi sangre, pero… ¿Acaso eso importaba? Nunca había pensado como moriría, pero hacerlo entre sus brazos no parecía una mala opción, no importaba el dolor que acompañara esa decisión, si el lo hacia, seguro seria lo mejor que me pasaría en la vida, llegando a esta conclusión le dije ya con los ojos vendados -Mátame…- poco a poco me descubrí los ojos, con miedo a su reacción. Lo estudie con la mirada y entonces dijo:

-¿Pero que dices?-parecía enojado, pero un brillo de esperanza se veía en sus ojos.

-Que me mates- le respondí con fingida despreocupación.

-No- dijo rotundamente.

-Pero yo quiero estar contigo y como tú no quieres, no me dejas otra opción- musité.

-Si quiero estar contigo, no imaginas cuanto- me dijo.

Me quede sin aliento, ese ser tan bello quería estar conmigo, ¿Cómo podía ser eso cierto?

-¿Cual es el problema entonces?- pregunte confundida

-¿Qué no has visto lo que soy? ¿No te aterro?- preguntó y un atisbo de duda apareció en su rostro

-Si, pero quiero estar a tu lado, no me importa cuan alto sea el precio que tenga que pagar- le dije.

-No sabes lo que dices- me respondió fríamente pero esa esperanza seguía en sus ojos escarlatas.

-Si lo sé- dije

Entonces el me miró con anhelo, en su rostro se veía un sufrimiento que me dolía.

-No soy capaz de darte lo que me pides- dijo tras un gran rato de silencio

-¿Por qué?- pregunte confundida.

-Sería demasiado egoísta- se le vía la tristeza en le rostro.

-No, no lo seria, porque yo te lo estoy pidiendo a ti, no tu a mi.- le dije con una repentina tristeza en la voz

El me miró alterado y preguntó:

-¿Por qué estas triste?-

-Por que no me dejas estar contigo- respondí

-¿Estas dispuesta a ser un monstruo por mi?- me preguntó.

-Sí, eres lo que mas deseo en este mundo- le dije con lagrimas en los ojos, me acerqué a él y lo abrasé, él me rodeó con sus brazos y besó mi pelo.

-Te dolerá mucho- me dijo con preocupación al oído, su gélido aliento me puso la piel de gallina, pero no me importó, seguí soldada a su duro y frío cuerpo.

-Eso no importa con tal de estar contigo, te dije que pagaría cualquier precio- le dije

-¿Entonces que esperamos?- me preguntó-Vayámonos de aquí- un rayo de esperanza cruzó por sus ojos otra vez.

-¿Pero y tus amigos?- me horroricé al pensar que esos monstruos pudieran ser sus amigos, pero no había tanta diferencia entre ellos, la única diferencia era yo, si ellos hubieran tenido la oportunidad me hubieran matado, sin embargo el quería estar conmigo, a partir de ese momento fui la humana mas feliz.

-Ellos ya no importan, ahora te tengo a ti- me miro con una emoción que no lograba identificar, parecía amor ¿Se puede mirar a alguien con amor?-Sube a mi espalda- me dijo

-¿Qué?- pregunté nerviosa y asustada

-Aquí no puedo transformarte, tenemos que encontrar un lugar seguro- dijo pensativo y casi ausente, estaba muy concentrado.

-¿Seguro? Pregunte mientras trepada por su espalda.

Entonces sentí que volaba, los árboles alrededor mío eran ahora unos borrones cafés y verdes. Una pregunta llegó a mi mente, ¿A dónde íbamos antes de confesarle mi amor? ¿Acaso me iba a entregar a los leones? Deje que esa duda se apagara y se escondiera en lo más profundo de mi mente. Me aferré a su musculosa espalda y fantasee sobre la vida que me esperaba a su lado.
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EL DESEO DE LO PROHIBIDO*** Un amor que no deberia ser... Empty Re: EL DESEO DE LO PROHIBIDO*** Un amor que no deberia ser...

Mensaje  Edward Cullen Miér Oct 29, 2008 10:37 am

-Me he leído el primer capítulo, voy por el segundo.
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Mensaje  Irka Isokyrö Miér Oct 29, 2008 11:07 pm

Gracias x leerlo, que tal?
que opinas?
se aceptan comentarios quejas y sugerencias...
jajaja...
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Mensaje  Invitado Lun Nov 03, 2008 7:04 pm

woow la vdd suena
bastante interesante, en cuanto
termine de leerlo te digo k me
pareció ok?

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EL DESEO DE LO PROHIBIDO*** Un amor que no deberia ser... Empty Re: EL DESEO DE LO PROHIBIDO*** Un amor que no deberia ser...

Mensaje  Io0oMmY Miér Ene 07, 2009 6:55 pm

Me guzta la idea
muy dindoh Razz
me guzta
me guzta
me guztaaaaaaaa

Very Happy
Io0oMmY
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