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Llegamos hasta su casa, era una pequeña cabaña en el bosque, seria perfecto para mi estar lejos de los humanos durante la noche.

Amablemente me invito a pasar a su casa, baje las pocas maletas que traía en la cujuela no deje que me ayudara ya estaba haciendo bastante con dejarme quedar en su casa.

Me quede sorprendido al ver en interior, todo estaba tan perfecto y había cosas que no encajaban con el decorado exterior, me gustaba la idea de vivir en aquel lugar.

Sobre la chimenea había algunas fotografías familiares, en algunas de ellas estaba Nathaniel con la sonrisa que siempre le caracterizaba.

- Creo que nos vamos llevar muy bien, hay tantas cosas que compartimos, supongo que es herencia de familia.

Comenzamos a hablar sobre nuestros gustos y todas las cosas que nos gustaban hacer, parecía que nos conocíamos de toda la vida. Por ultimo dejamos el tema de nuestra vida, esta dispuesto a contestar todo lo que ella quisiera, ya había hecho mucho por mí mostrándome todo lo que había pasado con ella desde su nacimiento.

Estábamos por iniciar una platica sobre nuestras vidas, cuando escuche unos pasos fuera de la casa, Melinda se puso notablemente nerviosa al parecer esperaba visitas.

-¿Se trata del chico que ví en tus recuerdos o me equivoco? – ella se limito a asentir con la cabeza, un leve color rojo le lleno las mejillas – Bueno supongo que tarde o temprano nos teníamos que encontrar, con tu permiso quiero conocer al pretendiente de mi hermanita – me levante del sillón y camine hacia la puerta ella me miraba bastante preocupada – No lo voy a morder, solo quiero conocerlo… tengo que asegurarme de que es un buen partido.

No espere a que respondiera camine hasta la puerta con una sonrisa de satisfacción, quería ser el mejor hermano mayor para ella.

El chico se puso completamente serio cuando abrí la puerta, eso me hizo sentirme con poder sobre él.


- Soy el hermano mayor de Melinda, Edmund Van Helsing un placer – le di la mano cortésmente.

Solté la mano de Adam y lo vi mirar con mucho interés el interior de la casa, había notado la presencia de Melinda y ahora le extendía los brazos, todo paso muy rápido que no me dio tiempo de reaccionar de mejor manera, ahora mi pequeña hermana lo estaba abrazando sentí una clase de celos como si quisiera alejarlo de ella y no dejar que se acercara a ella.

-Sigo aquí saben – ambos me miraron bastante avergonzados – pero por mi no hay problema puedo entrar y comenzar a acomodar mis cosas… Ustedes solo sigan el lo suyo y Mel si pasa algo malo solo llámame y vendré a ayudarte – le lance una ultima mirada de advertencia a Adam.

Empecé a caminar hacia la puerta cuando algo me detuvo del brazo.

Me quede solo porque mi hermanita me lo pedía, nunca me atrevería a darle un no por respuesta y menos cuando me sonreía de aquella manera, me gustaba verla reír me hacia sentir mejor.

Nos presentamos de nuevo, pero ahora con el rango que ocupábamos en la vida de Mel, me quede en silencio durante un momento, estaba sorprendido por escuchar la palabra novio y todo empeoro al ver la reacción de mi hermana; si a ella le gustaba la idea tendría que aceptarlo solo para hacerla feliz.

Adam y yo teníamos muchas ideas parecidas, para empezar también se sentía honrado al poder cuidar de mi hermana y al igual que yo la consideraba como un tesoro.

-Tengo que advertirte que voy a ser un hermano demasiado sobre protector – reí al hablar con él – pero podemos intentarlo, creo que podremos llegar a llevarnos muy bien.

Lo invite a pasar a la casa, los tres nos sentamos un momento en la sala, cada uno en un lugar diferente, comenzamos a charlar entre los tres para poder conocernos mejor y los tres teníamos muchos gustos similares. En algunas ocasiones podía ver las miradas que se lanzaban entre los dos, ya sabía más e lo que podía imaginar de los dos así que me atreví a cambiar el tema.

-Si le vas a decir que si te juro que por mi no hay problema – hable dirigiéndome hacia ella – no has contestado a su pregunta.

Adam se levanto de su lugar y se puso a su lado, también esperaba su respuesta.