El aroma a libro

Cerre el libro que tenía entre mis dedos. El olor a viejo, hojas de papel.. cerré mis ojos, aspirando el aroma. Fue entonces que pue escuchar los corazones latientes de las profesoras a mi lado, las mire tranquilamente y les dedique una sonrisa.

Parecía que el color de sus mejillas aumento para desaparecer después en un instante por la puerta por la cual habían entrado. Continue sentado en mi lugar, amaba el silencio y la paz continua que los libros podían darme.

Buscando entre los estantes encontre dos novelas.. escritas hace 20 años, cuando vivía de escritor, sonreí para mi... que tiempos aquellos. Fue entonces que la sonrisa de mis labios se borro, había olvidado completamente que tenía compañeros de trabajo de igual condición que la mía, pero no era hasta este momento que comenzaba a .. percibir el aroma de uno de ellos y se acercaba a la biblioteca.

Me mantuve atengo en mi asiento.

Me quede pensativo, si... era verdad había notado la gran cantidad de alumnas femeninas que tenía mi clase, lo cual era una sorpresa, solo no deseaba alguna recordara que también había sido un músico hace cinco años. Pero en fin...

- si... no lo había notado, pero creo que es un gusto, las señoritas me agradan...- fue en ese momento que la mujer frente a mi me miro de una manera muy extraña - no me refiero en ese aspecto, lo que quiero decir es que puedo lidiar con ellas tranquilamente...-porque me traeen recuerdos de la inocencia.

- ¿cuál es tu clase? - la mire, era una mujer muy atractiva. Suspire... pero en mi memoria al momento solo había una. Se me cayo el libro entre mis manos cuando intente acomodarme en la silla. Uno de mis libros...

Era... mucho tiempo que había encontrado una copia de este manuscrito en particular. Cerré mis ojos ante las sensaciones que podía tener este libro en particular. Casi 100 años atrás de su publicación.

- Anathema...- susurré - es un libro muy triste ¿no crees?- o demasiado realista, porque era mi historia.

Pense que después de tantos años ya no quedarian tantas copias... aunque sabia de algunas en librerías antiguas... me quede pensativo, mientras miraba el libro, quería saber que pensaba ella de él.

Sonreí. Tenía mucha pasión por la lectura... estaba viva.

Tome el libro entre mis manos, para mirar las letras que se desplegaban sobre la pasta vieja y cansada. - muchos... muchos editores no quisieron la historia, pensaban que era una cosa extraña que nadie iba a leer... solo... solo un hombre vio el potencial y lo público, fue muy popular en su época... después desaparecieron una gran cantidad de copias, supongo que no tuvo tanta fuerza como la que tuvo el libro de "Dracula". ¿no crees?- continué mirando el libro.

- hay una frase que me gusta - murmuré, abriendo el libro y buscando una página en particular en medio del libro - esta... es muy... importante -

Ella miró intrigada lo que la frase decía y lo leí en voz alta "Para cuando el sueño habría terminado, quedaban solo cenizas de un aroma cargado de rosas blancas y el color oscuro de la noche envuelto en perfumados jásmines y el silencio de un llanto lejano, entonces no quedaría nada... y por fin, podría despertar."

Nos quedamos en silencio... unos instantes, ella repitiendo en su mente las palabras del libro y yo inundado en los recuerdos.

Cerré mis ojos, era lo que más anhelaba en mi vida... pero ya era demasiado tiempo deseando aquello.

- si.. seré completamente sincero sobre lo que digo, me gustaría volver a ser un humano... sentir el palpitar de mi corazón, recordar las sensación de la comida en tu boca, sentir el calor del sol..- estreche mis ojos - pero solo son aquellos elementos, algunos otros.. quisiera olvidarlos.- la miré intensamente.

- aún así... ¿qué podemos hacer?- sonreí tristemente - es la vida que tenemos ahora, debemos adecuarnos a ella y continuar. Aunque a veces no tenemos la menor esperanza de nada... - nos quedamos en silencio y miré su rostro triste - discúlpame si te perturbo con toda esta méláncolia, a veces no puedo evitarlo y actuo de esta forma - extendí mi mano y con cuidado retire un cabello de su rostro, usualmente me gustaba hacer esto... le sonreí, mientras miraba a otro sitio.

Poco a poco la nuevas preguntas de la profesora, sacaron de mi mente la constante meláncolia. La mire un poco pensativo, la verdad no estaba seguro porque un día... simplemente vi el mapa y escogí este lugar.

- si soy completamente sincero contigo..- la miré risueño - no tengo la menor idea... pero ¿puedes guardar un secreto?- espere a que me mirará no tenía nada malo si mencionaba mi corta carrera de cantante en París.

Me cruce de brazos tranquilamente mientras esperaba a que pasaran de nuestro lado dos jovenes estudiantes, las cuales parecían hablar de mi, claro por la manera de sus sonrisitas y como sus corazones palpitaban mucho más rapido de lo normal... ah... estan nerviosas pensé.

Cuando se hubieron retirado, volví a mirar a la profesora Ireri y le sonreí suavemente mientras contestaba en su idioma, fránces.

- claro... estaría bien alguno de estos días, pero si quieres escuchar mi voz más compleja debes escuchar las canciones de los discos. Puedo presentartelos... claro si lo deseas.. - sonreí amablemente - no podemos detener nuestro tiempo... aunque lo deseemos. A diferencia de ellos... nuestro tiempo es infinito y demasiado rápido...- me quede pensativo - no entiendo porque, pero plenamente me brindando confianza, para contar... partes de mi vida personal.- me que en silencio unos segundos -usualmente no soy muy confiado a la primera... pero creo que tu puedes guardar unos cuantos de mis secretos- pero que tan comprensible podría ser...

Con mis pecados...

La miré delicadamente - tienes un hermoso cabello... oscuro y sedoso - extendí mi mano y acaricie un mechón del mismo - lamento si soy tan atrevido... - su cabello era oscuro y rizado...

Como su cabello...

Trage saliva ante el ardiente dolor en mi corazón.

Malos recuerdos... y al mismo tiempo hermosos recuerdos.

Podía ver la preocupación en su bello rostro, así que tome una se sus manos y le sonreí con cierta empatía para tranquilizarla. Entonces volví a mirar la nada.

- no, no es nada... solo un poco de cosas en mi mente - la mire serio - cosas complicadas - suspiré. Después enfoque mi mirada en ella, los ojos castaños, tan bonitos ojos castaños...

Cerré mis ojos para bloquear aquella imagen, después los volví a abrir - vi ciertas cosas de tu pasado... lo lamento, has pasado mucho tiempo atada a tu soledad - le sonreí con cariño - no es bueno, a veces la soledad puede ahogarte - y talvez nunca vuelvas a salir - tu rostro... me es familiar ¿sabes? me recuerda a alguién... alguién que conocí hace mucho tiempo - y quiza jamás olvide.

Me mantuve en silencio con la mirada perdida en sus hermosos ojos, después acaricie su mejilla, definitivamente me estaba pasando de la raya de mi usual respeto. Sin embargo me contuve y me alejé con cuidado sin perturbarla.

- soy... honesto - la miré a los ojos - si, era una persona... querida en aquel entonces, alguién especial - a quién hice mucho daño - que daría mil veces mi inmortalidad por volver a ver - pero es imposible ahora....

Cerré mis ojos, pensativo... era, simplemente una vida que hubiera deseado volver a ver, pero las cosas no siempre son como uno las esperaba, ni como las desea... lo que llevaba persiguiendo por siglos.

Era el resultado de un sueño y una pesadilla...

- lo lamento... creo que nuevamente hable de más - le sonreí - comentamé algo de tu vida... claro si te sientes confortable para hacerlo - no quería ser demasiado impertinente con ella. Me había abierto su confianza no deseaba traicionarla.

Me di cuenta que había inundado sus pensamientos nuevamente con mi dolor. Me acerque a ella y con mi mano acaricie mi mejilla mientras besar su frente.

Estas eran mis manías para reconfortar... alegrar... era lo único que podía dar, al momento.

- lamento mucho deprimirte con mi dolor - le sonreí - tienes también una historia muy completa.. y triste - la miré a los ojos - la fidelidad es muy importante pero a veces con los años, debemos dejar ir...- no necesariamente olvidar - o al menos intentarlo.

Le sonreí cariñosamente para despues alejarme unos cortos centímetros - creo que parte de la vida de un vampiro es... llevar esta carga, estos dolores ajenos, pero bueno... no significa que debamos vivir completamente solos, para siempre - miré la ventana, al parecer comenzaría a llover dentro de poco.

- me agrada este lugar... es diferente. - me quede en silencio - me alegra haber llegado aquí... encontre muchos corazones similares - con quienes compartir y a la vez intentar sanar....

Le sonreí un poco más tranquilo. Quería evitar a toda costa el dolor en su hermosa mirada.