Pueblo olvidado por todos

Mi venganza me había conducido hasta este estúpido y desértico pueblo, no iba a dejarle las cosas así tan fácilmente a esa tipa que destruyo mi vida, no se iba a salir con la suya y vivir felizmente no mientras yo viviera.

Mi cabellera se estaba revuelta que diría Gigi si la viera, era un asco el clima, todo nublado, donde estaba mi querido soy, mi piel bronceada no luciría igualmente ene este lugar que en una de mis amadas playas, todo sea por mi propósito.

Los lentes de sol no encajaban tanto en este cementerio viviente de pueblo pero era lo un chico que me diferenciaba del resto de los tipos que andaban por las calles, no dejaban de mirarme obviamente con Todi y mi disfraz mi hermosura no dejaba de llamar la atención, esperaba que no se sospecharan que yo era una modelo o peor aun que alguien tuviera alguna revista de caballeros de trajes de baños.

Decidí dirigirme a la playa esperaba que allí pudiera haber un poco de sol que no se veía por ningún lado pero nada gran decepción.

-Pueblo demoniaco y estúpido no piensas dejar salir nunca el sol, te odio Forks-grité molesta, pateando una gran ola que me enredo y me revolcó en la arena.

Malditas algas, a esto de maldecir no estaba bien me comenzaba a arrastrar el mar y esa estupa alga, derepente llega este chico, lo veo desde lejos no se ve de mal ver creé que me estoy ahogando por supuesto. Me toma entre sus musculosos brazos, oki Rachel es ahora o nunca aguanta la respiración eres buena en eso. Me carga hasta la orilla del mar me recuesta en la playa y comienza a darme respiración de boca a boca mejor no podría ser, quiero abrir los ojos para verlo pero mejor me dejó guiar por el momento, extiendo mis brazos alrededor de su cuello y comienzo a besarlo intensamente.

Por fin abrí los ojos para ver a quien besaba no estaba mal, eso era verdad. Estaba molesto no pude contener una sonrisa retorcida de esas que se producían en mi después de hacer maldades.

-Óyeme pues yo nunca grité ¡auxilio! manden un gritón sexy a salvarme ¿o si?, la verdad que amargado eres fue una inocente bromita-dije alcanzando su paso, el pueblo no se veía tan horrible como antes ahora que miraba sus ojos- Y puro y casto no eres porque me contestaste el beso.

Le arrebaté sus zapatos fácilmente estaba realmente molesto pero tenía un puchero encantador que me alentaba a molestarlo. Corrí hacia el mar con ellos en las manos enseñándoselos.

-Nada no te los doy hasta que vengas por mi al mar de nuevo, a rescatarme y a hacer esto de la manera normal ósea conocernos bien, anda ven no seas aburrido, ya ni yo me quejo de haber arruinado mi precioso vestido armani.

Valiéndome mi precioso vestido ¿a mí a Rachel Aston valiéndole un armani? Sin hacer pucheros ni anda mi hermanito no me lo hubiese creído esto era como para la historia de mi vida. Debía verme horrible pero por primera vez en toda mi vida me valió.

Le creí tenía algo en el fondo de la mirada que me hacia creer que se podía confiar en él además me había querido salvar.

Tomé su mano que por cierto era más cálida que cualquier otra que hubiera estrechado antes.

-¿De qué vamos a hablar?-me senté a su lado.

Su loción podía enloquecer a cualquiera, despedía un aroma tan especial todo él despedía ese aroma aun mojado se percibía.

-Mucho gusto Keane sorry así saludamos las personas… así saludo normalmente yo soy Rachel Martín-(el apellido de mi padre)dije sonriéndole- un placer conocerte eres lo primero interesante que encuentro en este pueblucho-dije haciendo mi sonrisa coqueta que utilizaba para seducir.

Rubor en mi, que demonios…

Sus ojos eran tan profundos sentía que podía mirar su alma, y yo era tan natural con él tan natural como hacia más de 5 años no lo había sido con nadie dejando lo superficial,
No, esa era la Rachel débil, la Rachel de ahora, nunca haría eso.

-Bonita, a bueno sabes reconocer las cosas en este caso personas lindas que se aparecen en tu vida veo que eres inteligente-dije sonriendo tratando me enmascararme en mi superficialidad.

Me divertía pero en serio me estaba divirtiendo, no era como estar con mis amigas viboreando personas o riendo por compromiso.

-De aquí, de allá, de cualquier parte donde el mundo necesite mi presencia para engalanarse-dije y ambos comenzamos a reír- la verdad ya nisiquiera se de donde soy, me la paso viajando fotografiando todo, no me gusta estar mucho tiempo en un lugar me siento atrapada como si me cortaran las alas que mejor que la libertad, el aire golpeando tu rostro y tu feliz. Mis raíces son de New York pero hace tanto que no estoy mucho tiempo allí que ya ni se si soy de allí ¿me entiendes?

Estaba pasándomela de lo lindo, este chico era más como yo y lo de los suspiros me hacia sonreír, parecía que todo iba bien y que estaba borrando la mala impresión del beso.

-Keane sorry por lo del beso la verdad normalmente no pido disculpas pero pues a ti no se porque razón me nace decirlo sorry de corazón-dije manteniendo su mirada la verdad sus ojos eran tan cautivadores, era un chico tan sexy.

Le había gustado el beso, la verdad mi me había encantado también. Lo miré cautivadoramente, seguía viéndome. Estaba helando, mi cuerpo acostumbrado al calor lo pedía a gritos peor la platica estaba amena y quería que siguiera así que oculte los temblores que sentía mi cuerpo.

-Si algo, bueno no la verdad si tengo frío Forks están horrible el clima es un asco-estornude y no pude ocultar más los castañeos y temblores de mi cuerpo.

Creo que no debí decir que tenia frío él se puso un poco pensativo y después se acercó a mí con tierna mirada y me abrazó.

La verdad pensé solo como un segundo en alejarme pero el calor que irradiaba su pecho me envolvió y me invitó a abrazarlo, no pude resistir ese calor, me recargué en su pecho, esta escena era tan extraña pero no me importaba no iba a rechazar su calor y menos viniendo de ese musculoso pectoral que se veía a través de su camisa, creí que estaría mojada pero ahora al tacto estaba seca, se me hizo raro pero no me importó ese perfecto ser que me había encontrado y ahora amablemente me lo brindaba y no lo rechazaría.

Poco a poco el castañeo terminó y el calor comenzó a invadir mi cuerpo.

No sabia cuanto tiempo transcurría pero para mi eran segundos en vez de horas y en silencio ninguno de los dos decía nada paso un largo tiempo así, sólo escuchando el latido de su corazón, con los ojos cerrados. El calor que tenía mi cuerpo no quería desprenderme de su abrazo, estaba disfrutando tanto del momento pero estaba entumecida de la posición, me moví para acomodarme y abrí los ojos, el crepúsculo estaba cayendo.

-Gracias Keane-dije aun abrazandolo.

Agradeciendo yo, quién me iba a decir eso, mi precioso ser agradeciendo, pero la verdad el momento era tan agradable que no vi porque no decir gracias al chico culpable de esa paz que sentía en ese momento.

-No digas a nadie que te agradecí porque sino donde queda la reputación de Rachel Martín de niña caprichosa-le sonreí a Keane guiñándole un ojo-este momento es muy especial-traté de recordar cuando había sido la ultima vez que había estado tan cómoda con alguien y la verdad no di con una fecha, Keane estaba pensativo.